Prevención del cáncer de mama: factores de riesgo y cuidados preventivos que debes saber.

Sabemos que es imposible prevenir todas las enfermedades existentes, pero conocer sus factores de riesgo y adoptar cuidados preventivos te ayudará a reducir la posibilidad de contraerlas y, en caso de que aparezcan, detectarlas de manera temprana y efectiva.

En el caso específico del cáncer de mama, esto cobra aún más importancia, ya que este tipo de cáncer es el más común a nivel mundial, representando aproximadamente 12,5% de los casos anuales y aunque algunos factores de riesgo, como los antecedentes familiares, son conocidos; otros, como las enfermedades hepáticas crónicas, no son tan evidentes.

Antes de ir más a fondo con los consejos de prevención del cáncer de mama, vamos primero con que es exactamente el cáncer de mama, explicado de una manera sencilla y fácil de entender. 

Las células de nuestro cuerpo, tienen un ciclo celular que funciona de la siguiente manera: ellas crecen, dividen y multiplican para ir reemplazando a las células viejas o dañadas, también reciben señales para morir cuando estas presentan alguna anomalía, esto no pasa cuando se padece cáncer. Las células cancerosas no reciben la señal de fallecer cuando están dañadas y continúan con este ciclo de manera regular, lo que a largo plazo forma un tumor

Dado que esta enfermedad es común y de rápida propagación, es vital conocer los factores de riesgo para prevenirla de manera efectiva y reducir al máximo sus probabilidades, y asimismo tomar acciones para prevenirla y mantenernos saludables.

Factores de riesgo: prevención primaria del cáncer de mama

Gran parte de la propagación de esta enfermedad se debe a que muchas personas desconocen los factores de riesgo, lo que hace que pasen inadvertidos en el día a día y aumente la probabilidad de contraerla. Algo muy preocupante es que los estudios muestran que una parte significativa de la población (hombres y mujeres) tiene un conocimiento limitado sobre estos factores, especialmente aquellos relacionados con el estilo de vida y la genética. Además, la falta de información sobre las medidas de prevención del cáncer de mama contribuye a que las personas no tomen acciones necesarias para reducir sus riesgos.

Hoy tú ya no serás parte de este porcentaje, porque te contaremos los riesgos más comunes y cómo evitarlos.

Factores de riesgo más comunes 

Tener altos niveles de estrógenos

El estrógeno es una hormona que, en altos niveles, puede estimular el crecimiento de las células en el tejido mamario, en algunos casos de manera descontrolada, lo que aumenta el riesgo de que se desarrollen células cancerosas y, por lo tanto, tumores.

¿Y qué causa un nivel alto de estrógeno? La obesidad, las enfermedades hepáticas crónicas, el Síndrome de Klinefelter (en hombres), terapias hormonales como: los tratamientos de la menopausia, ciertos tratamientos del cáncer de próstata; la exposición a pesticidas, el consumo de alcohol  y algunas condiciones, como la resistencia a la insulina; estos casos, entre otros, pueden causar dicho  aumento.

El consumo de alcohol

Evitar el consumo de alcohol, es una de las medidas preventivas del cáncer de mamás. Esta sustancia, además de elevar los niveles de estrógeno, puede dañar el ADN y alterar el ciclo celular, aumentando el riesgo de que las células se vuelvan cancerosas. 

También puede provocar inflamación crónica del tejido mamario, creando un entorno favorable para el desarrollo de células anormales que eventualmente podrían volverse cancerosas.

La exposición a radiación

La exposición a la radiación, especialmente en la región torácica, incrementa el riesgo de desarrollar esta enfermedad debido a los efectos dañinos en las células del tejido mamario, como el daño directo al ADN y la inducción de mutaciones genéticas.

Este riesgo es mayor si la radiación se recibe en grandes cantidades o en repetidas ocasiones.

El historial familiar y genético

Tener familiares cercanos (madre, padre o hermanos) que hayan sufrido cáncer de mama eleva el riesgo de desarrollarlo. Esto se debe a mutaciones genéticas heredadas, las cuales, aunque son responsables de un pequeño porcentaje de los casos, incrementan notablemente las probabilidades de padecer la enfermedad.

Tener historial personal de cáncer de mama

Si una persona,  ya ha tenido cáncer de mama, es probable que sus células mamarias estén más susceptibles a desarrollar nuevas mutaciones, también el tratamiento del primer cáncer, como la radioterapia o la quimioterapia, pueden dañar el ADN de las células sanas, lo que puede resultar en una recaída a largo plazo.

Cuidados preventivos del cáncer de mama

Ahora que conoces los factores de riesgo, es fundamental que sepas cómo actuar si presentas alguno. Adoptar medidas preventivas y estar atentos a cualquier síntoma temprano es clave para cuidar tu salud y especialmente cuando hablamos del cáncer, el seguimiento regular puede hacer una gran diferencia, permitiéndote actuar de manera proactiva ante cualquier situación. 

A continuación, te ofrecemos algunas acciones para prevenir el cáncer de mama.

Hacerte el autoexamen de mama

Es importante que una vez al mes, te realices un autoexamen para detectar cualquier cambio en el tamaño, forma o textura de tus senos, esto puedes hacerlo frente a un espejo, palpando con los dedos en busca de bultos, engrosamientos o secreciones anormales.

Hacerte mamografías regulares

Si tienes entre 40 y 50 años o más, es recomendable hacerte una mamografía cada 1 a 2 años, esto depende de tus factores de riesgo. En caso de tener alguno, es importante acudir a tu médico para que tengas el periodo exacto, en los cuales hacerte tus mamografías. 

Mantener un peso saludable

Como mencionamos anteriormente, el sobrepeso, especialmente después de la menopausia en el caso específico de las mujeres, puede aumentar el riesgo del cáncer de mama; por esto es importante que adoptes una dieta equilibrada rica en frutas, verduras, años enteros y baja en grasas.

Adicionalmente, en función de la prevención de la obesidad, es importante hacer al menos 150 minutos de actividad moderada o 75 minutos de actividad intensa por semana.

Conocer tu historia familiar

Si tienes antecedentes familiares, consulta a tu médico para una evaluación de riesgo y posibles pruebas genéticas

Controlar el uso de terapias hormonales

Si necesitas terapia hormonal, intenta utilizar la dosis más baja, durante el menor tiempo posible, recuerda, siempre bajo la supervisión de tu médico. 

Evitar la exposición a la radiación

Reduce la exposición innecesaria de procedimientos que involucran la radiación a menos de que sean 100% necesarios.

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